Cubre el techo de tu casa de madera con un techo energéticamente eficiente

El tener un buen techo es fundamental para la durabilidad de cualquier casas prefabricadas de madera. De hecho, es una pieza central que nos ayudará a estar guarecidos. Asimismo, también funciona como elemento que mantiene la estructura general de cualquier construcción.

Ahora bien, el asunto se vuelve un poco más complejo cuando pensamos en la energía y la sustentabilidad, sobre todo cuando nos encontramos en un momento en el que es necesario tener una conducta más consciente sobre el ambiente. Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto?

Ya sea que estás preparándote para la construcción de tu vivienda o más bien estás buscando hacer algunas modificaciones, es importante familiarizarte con algunas opciones de techos energéticamente eficientes y también muy bonitos. Presta atención.

Cubre tu hogar con cualquiera de estas opciones de techo:

1. Un techo “blanco” o “frío”:

Uno de los modelos más tradicionales de techos incluye tejados de asfalto de color oscuro y esto, eventualmente, altera la absorción de calor y luz en los días más calientes, generando mayor consumo energético de ventiladores y aires acondicionados.

Una movida inteligente para un mejor aprovechamiento de la energía es a través de un techo “blanco” o “frío”, el cual permite el aumento de la carga de enfriamiento de la casa de madera –de manera natural-, a la vez que el ambiente se vuelve más fresco y agradable.

En el caso de que estés en el proceso de construcción de tu hogar, puedes pedirles a los trabajadores que se ajusten a esta demanda, pero en el caso de que busques hacer una renovación, puedes instalar una capa exterior con estas características y así obtener los beneficios que ya te explicamos.

2. Con tejas de batido:

Según los expertos, se le considera uno de los modelos más populares en la actualidad, así que es posible que te topes con una variedad interesante de este techo en el mercado. Ahora bien, esta estructura con tejas de batido es duradera y puede soportar vientos fuertes sin sufrir demasiados daños en la estructura general.

Asimismo, son eficientes porque contribuyen a una mejor circulación de aire en la casa y son estéticamente agradables a la vista, sobre todo cuando su aspecto comienza a lucir envejecido con el paso del tiempo.

Lo importante de este caso es no olvidar que se necesita de mantenimiento constante y también de selladores y materiales protectores para que la humedad ni el agua se conviertan en un problema.

3. De metal:

Se recomienda el uso de techos de metal, sobre todo, para hogares residenciales que están ubicados en zonas calientes. Los techos de este material, ya sea de cobre o aluminio, son lo suficientemente delgados como para no retener el calor por mucho tiempo, gracias a ello, el ambiente de la casa se mantiene más fresco y agradable.

Otra propiedad de este techo es que se le puede pintar y adaptar a los diseños que más te gusten y que vayan acorde más a la imagen general de tu propiedad. Eso sí, es conveniente hacerlo de colores claros para que este no absorba demasiado color.

4. Techos verdes:

Hablamos de estos en una ocasión, por lo que vale la pena ahondar un poco más al respecto. En este caso, los techos verdes no es un tipo de techo en sí, sino que es una especie de jardín que se dispone en la parte superior de la casa.

Gracias a las plantas y flores que estén allí, notarás cómo se reduce significativamente el uso de la calefacción y la refrigeración en tu hogar. ¿De qué manera? Pues, en el verano, la vegetación absorberá el calor y durante el invierno, esta capa servirá para mantener el calor.

Eso sí, hay que destacar que su proceso de instalación y mantenimiento puede ser costoso y también requerir mucho mantenimiento.

5. De concreto:

El concreto, mezclado con otros materiales como el hormigón, se ha convertido en uno de los materiales preferidos de quienes viven en lugares particularmente fríos. En este caso, la capa del concreto ofrece protección y buena resistencia al peso de la lluvia y a la caída de la nieve, al mismo tiempo que ayuda a la preservación del calor en el interior.

Como en el caso de los techos de metal, también pueden ser moldeados y modificados según el gusto de cada propietario.